martes, 31 de diciembre de 2013

No tienes que ir a ninguna parte, el Reino está aquí

La observación es una habilidad importante para practicar. Te permite permanecer presente para que puedas ver lo que sucede en tu vida con neutralidad amorosa.
El reino está a la mano. Ese es parte del gran mensaje del Cristo: Hey, no tienes que ir a ninguna parte. Está aquí.
Tal vez digas: “No estaba aquí hasta que tú viniste,” y el Cristo responde: Siempre he estado aquí. He estado en tu corazón. He estado en tu conciencia y la apariencia física es menos de lo que hay dentro de tí. El reino está dentro de tí.  El Maestro está dentro de tí.
Ya sea que leamos la Versión Standard Revisada de la Biblia, la versión clásica de King James o el más moderno Evangelio de Acuario, siempre resulta hermoso re-leer la historia del nacimiento de Jesús al mundo físico, porque simboliza para cada uno de nosotros, la promesa de nuestra propia herencia divina.
En cada plano debajo del Alma hay karma, porque esos son los planos negativos, psíquico-materiales y en tanto vives en cualquiera de los planos inferiores, tienes algo de karma.reino
Si ya no tuvieses karma, dejarías los planos inferiores y te establecerías en el plano del Alma o más arriba y solamente cuando has entrado al plano del Alma y más arriba, eres libre en tu propia Luz.
A veces percibimos  el poder oculto de Dios, pero lo sentimos como temor y nos contraemos. Pero no hay nada en Dios que inspire temor. El temor es solamente la etiqueta que le ponemos a nuestro propio asombro y tal vez a nuestro desconcierto cuando sentimos el poder de Dios, un poder que no es posible que podamos comprender y tememos estar perdiendo el control.
John-Roger y John Morton

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